lunes, 4 de junio de 2007

Donde perdí, gané (balance de una marcha y propuestas para los días que siguen)



LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN está en la base de los derechos civiles y políticos y hace posible que éstos se desarrollen en democracia, porque su objeto es construir comunidad. Su defensa es la defensa de la democracia frente al totalitarismo. De allí que quizás, de todas las lecciones aprendidas de la marcha del viernes 01 de junio (la que no salió de la UCAB, pero a su vez, la que no dio pie al gobierno de justificar una escalada de represión) sea el hallazgo de una bandera completamente legítima: la lucha por los derechos civiles y políticos. Señores: creo que, finalmente, esta es la vía.

Pero también hay otros de aprendizajes significativos de ese día, esa batalla en nuestra guerra postmoderna:
1) No se pueden anunciar las manifestaciones, porque basta cualquier cínica excusa para no otorgar el permiso, que a modo de salvoconducto permite pasar a través del muro de la policía. Quizás es preferible sustituir las marchas por las concentraciones. Ventajas: efectividad en el cumplimiento de los objetivos; desventajas: mayor nivel de riesgo y de control de la violencia. Habría que ver cuando conviene una cosa u otra.
2) Las acciones deben ser cuidadosamente planificadas. El gobierno emplea –podría decirse que en niveles de abuso- a las salas situacionales, para tomar decisiones y emprender acciones. El movimiento debe poder funcionar de esa manera para planificar con base en escenarios, tanto en lo táctico como en lo estratégico (y debe ser un secreto bien guardado).
3) Las acciones de calle deben ser espectaculares, deben tener contenido político y deben tener un discurso unificado. La línea adoptada en el manifiesto del viernes 01 de junio –defensa de la libertad de expresión dentro del marco de los derechos civiles y políticos- es correcta, porque se enfrenta con total legitimidad a la praxis política del gobierno (la hegemonía y el control totalitario), refuerza la idea de democracia, de estado de derecho y de construcción de la solidaridad, encuentra resonancia en hechos históricos y legitima el carácter no violento del movimiento. Hay que profundizar esta línea.
4) El movimiento no puede agotarse en las acciones de calle, so pena de cometer los mismos errores que la oposición cometió en el pasado. No debe plantearse objetivos demasiado ambiciosos, no mantener una estrategia por demasiado tiempo (¿Se acuerdan de la Plaza Altamira y el paro nacional indefinido?). En determinado momento, a las acciones de calle deben acompañarlas las acciones de trabajo comunitario que deberían ir enfocadas en la educación para la participación democrática, la defensa de los derechos civiles y políticos, la construcción de ciudadanía, y el empoderamiento para el desarrollo sustentable. Con una agenda de trabajo en estos cinco temas, el movimiento tomaría carácter de movimiento de cambio social.
5) El movimiento debe reivindicar, de cara a la opinión pública, su carácter apartidista, sin negarse a establecer diálogo con los otros sectores políticos, quienes deben respetar esta conformación del movimiento e integrarse a éste en la defensa de los derechos civiles.
6) El movimiento debe elegir con claridad, sobre cuáles temas se va a pronunciar, los voceros deben tener discursos coherentes y congruentes entre sí, donde el tono convoque a la reflexión de la gente sencilla, antes que a la emoción: dejar la emoción para las acciones de calle.
7) El movimiento estudiantil tendrá su gran oportunidad política, con la reforma de la constitución que debe ser sometida a referéndum. De allí que sea importante que éste participe en la construcción de una reforma alternativa qué oponer a la propuesta presidencial (superar la mera oposición al proyecto presentado por el Presidente). Esta reforma puede ser elaborada con el concurso del sector universitario, y con consultas a los gremios.
8) La comunidad internacional expresará interés por la propuesta de una nueva mesa de diálogo que plantea José Vicente Rangel (Casi seguro que va a ser la propuesta de la OEA). Es importante que el movimiento presente una composición para esa mesa de diálogo antes de que lo haga el gobierno. Puede anunciarse públicamente, y dejarlo como tema de discusión.
¿Cuál es la idea? Personas con liderazgo en sus áreas, reconocida solvencia moral, que no han formado parte de la institucionalidad y que puedan hablarle con legitimidad al otro bando (si no son estos, que por lo menos tengan la capacidad)
Ellos deben poder avanzar en la búsqueda de un acuerdo nacional vinculante sobre los derechos civiles y políticos, y argumentando sobre ellos, desde el tema de la libertad de expresión, proponer la remisión de la ley habilitante y la sustitución de la reforma constitucional presidencial por una asamblea nacional constituyente originaria, para que el gobierno ceda con la restitución de la concesión de RCTV
9) Estudiantes, comunicadores sociales y artistas deben preparar un festival cultural en el estadio de béisbol de la UCV, en un plazo de tiempo razonablemente corto, con presencia de invitados internacionales (se me ocurre un Joan Manuel Serrat, por lo que significa). El movimiento tiene que tener canciones para unir a la gente.
10) El movimiento estudiantil debe preparar, dentro de la línea de la promoción de lo civil, actos que rescaten la memoria de nuestros próceres civiles. Homenajes a José María Vargas, Andrés Bello, José Gregorio Hernández entre otros. Debe proponer una lectura diferente de la historia oficial, desacralizar a Bolívar y reivindicar a Páez como el verdadero "padre de la Patria", recordándole a la gente que esto es Venezuela, que la Gran Colombia no era viable, que Bolívar tenía poca vocación democrática y que es hora de pensar en un país cívico y no militar. Por cierto, los derechos civiles y políticos antagonizan profundamente con lo militar, no olvidar nunca eso.

Martin Luther King (En la foto), para unos un fantasma, para otros un emblema. Disponible en www.mattfurey.com/mattfurey_uncensored/Martin...

2 comentarios:

steppenwolf dijo...

muy completo tu análisis... realemnte clarifícas muchso puntos con los que estoy totalmente de acuerdo... el camino está abierto, hay que mantenerlo asi sin caer en inmediatismos

Anónimo dijo...

Profe, ¡qué bueno leer esto! A veces me siento perdida entre tanta emoción y entusiasmo y siento que nos estamos desviando de la razón. Me agrada enormemente que algunas estrategias que propone ya las teníamos en mente y debatidas algunos compañeros de mi salón: En primer lugar, las canciones que unifiquen e identifiquen, al igual que logotipos, consignas y colores. Y en segundo lugar, la exaltación al líder civil, lejos de la "bota militar" que surge en el discurso político oficial. Esperemos que todo esto avance sin premura pero sin pausa. Espero que sirva para algo y no nos volvamos a dormir. Eso es lo que más me aterrra.