martes, 29 de mayo de 2007

Caimaneras


Cómo han cambiado los rostros de la protesta estudiantil. Hace algunos años, quienes hoy mandan (porque gobernar es otra cosa) ocultaban sus rostros tras la capucha, para cometer tropelías en nombre de la revolución (supongo que de ésta con la que hoy se llenan la boca). Yo recuerdo a Danilo Anderson disparar un 38 en Puerta Tamanaco; recuerdo la protesta con horarios: los martes y los jueves de 3 a 5 p.m. después de comer en el comedor universitario de la UCV, y de tomarse un café que sin duda era más caro que el almuerzo, ir a buscar un camión de cualquier cosa y prenderle fuego –mejor si estaba lleno, porque entonces procedían a saquearlo antes para devolverle al pueblo un poco de aquello que los explotadores le habían quitado. Después venía la Policía Metropolitana y la cosa transcurría como una especie de caimanera furibunda, por dos horas de congestión de tráfico, de bombas lacrimógenas y de un cero a cero rutinario, con el cual justificar dentro de la clase política de una universidad exageradamente volcada hacia la izquierda, su permanencia como líderes revolucionarios, accionantes por cuentagotas del tiempo futuro que vendría, profetas del nuevo hombre y del socialismo que redimiría al pueblo de sus cadenas.

Desde 1999, muchos de ellos están en las nóminas del ejecutivo, algunos han hecho negocios a la sombra de esta “administración” y han mejorado su estatus: ya van por whisky 18 años, han mejorado la dieta y autorizan para el cuerpo, vicios más caros, menos nobles porque se satisfacen tras el discurso talibánico de la moral, la regeneración nacional y otras preocupaciones dignas del santo oficio o de los comités de salud pública de otras revoluciones más o menos decimonónicas.

Nada que ver con los jóvenes universitarios que protestaron ayer, en Chacaíto. Niñas que abandonaron el confort de sus carros, chamos que dejaron de lanzar físico para ir a lanzar piedras y consignas, religiosas y religiosos en formación, estudiantes de liceos públicos, estudiantes de colegios privados. Periodistas y artistas de farándula que hicieron un alto (momentáneo o quizás más largo) para evitar que nos sumerjamos en el silencio, porque copar el espectro radioeléctrico, como se ha venido copando el imaginario de nuestra sociedad, desde los últimos 8 años, con una consigna única (no hablemos de pensamiento, es mucho pedir), es un ejercicio totalitario, una práctica perversa, un acto en una guerra postmoderna, donde disentir es delito de alta traición al tipo ese, el que más manda… Ya lo dijo Pasquali, el Big Brother aquí no es ninguna metáfora, y hay que añadir, por nuestro lado, que en esta fase del juego, los cerdos encabezan la rebelión en la granja ¿por qué habría de cumplirse un destino sin el otro?

Estoy de acuerdo, la protesta debe ser pacífica, por muchas razones. La primera es porque esta lucha no se dirime en pocos días. Cualquier excusa ellos la aprovecharán para justificar la represión que necesitan para consolidar, este mismo año, la transición hacia la “dictadura del proletariado”, que por los vientos que soplan, y dado que el mismo tipo se declaró “marxista-leninista” es lo que viene: que se olviden Biardeau, Monedero o cualquier otro intelectual del Centro Internacional Miranda, de modernizar la receta soviética que fue esencialmente una reacción antimoderna; claro, si no generamos la excusa, ellos mismos lo harán: infiltrarán gente de ellos, pondrán a los policías a triangular las protestas (es decir, a golpear a los estudiantes diciendo “ciudadano no me agreda, respete a la autoridad”), se inventarán el magnicidio y dirán que fue la oposición golpista, para poder reprimirla, sojuzgarla y declarar ante el mundo que con gente así no se puede gobernar democráticamente, pero es preferible que lo hagan ellos mintiendo, que nosotros, en verdad.

La segunda razón es que todo lo que se haga por resistir la avanzada totalitaria, debe tener una legitimidad intachable ante los ojos del mundo y ¡buenas noticias! aquí ha venido prensa de buena parte del mundo, a ver cómo se cerraba el canal de televisión con mayor popularidad; ahora ven cómo se reprimen las protestas pacíficas.

Un reclamo a la voluntad de lucha por la libertad de expresión de medios y periodistas: quien no tenga plataforma en la Internet, que por lo menos, postee en servicios gratuitos de broadcasting (youtube, por ejemplo) los videos, audios, gráficas, documentos, en fin, de todo lo que pueda pasar en estos días. Creo además que habrá que virtualizar buena parte de la información, crear redes, modalidades diferentes de transmitir la información. Hasta ahora, hemos pensado la comunicación social como una comunicación masiva ¿pero qué pasa si ésta es reticulada? Es una buena pregunta para los censores del régimen, que hasta ahora han intentado anularnos, conculcarnos la imaginación. Y esta pregunta es buena para ellos, sobre todo si esta red puede operar cara a cara, boca a boca, con códigos cifrados en grafittis, con panfletos, con telepatía si es preciso. Y aquí está la tercera razón para que la protesta sea pacífica: porque hay que construir esta trama y hacerla invisible, como la Matrix, y eso sólo lo hace la gente entera, viva, despierta y que no esté presa de sus pasiones, sus emociones, o en la cana (literalmente hablando).

Y una cosa más: a los más pobres, a quienes están aterrorizados por los comisarios políticos del régimen en los barrios (que son más que los beneficiados por las misiones) hay que ayudarlos a que hagan redes para romper su aislamiento. Para que salgan ellos también de la trampa del discurso que nos enfrenta. Eso es una invitación a quienes no tuvieron el temor de mostrar su rostro en Chacaito, de dar la cara por sus convicciones y por la libertad de vivir con ellas. Eso es un average que ninguno de los mandones podrá exhibir nunca.

Luis Carlos Díaz (www.periodismodepaz.org) tomó esta fotos en la manifestación de la Plaza Brion. Pueden ver más en el link

http://www.flickr.com/photos/periodismodepaz/sets/72157600279637934/

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