CUANDO EN LAS CORPORACIONES se practica la democracia, estas renuevan su congruencia con el sistema social donde están contenidas, actualizan sus vínculos y su razón de ser. Cuando los gremios eligen sus autoridades y representantes, se garantizan a sí mismos la continuidad institucional, regulando las opciones de cambio que lo renuevan.
El Colegio Nacional de Periodistas va a sus segundas elecciones en 14 años. Ciertamente, la tarea de descongelarlo ha tomado tiempo, ha requerido esfuerzo y es muy pronto para juzgar el alcance de lo que las juntas directivas elegidas en 2008 han hecho, en conjunto o por separado, puesto que los resultados son muy dispares. La polarización también ha puesto muy cuesta arriba las gestiones, la recesión terminará de ralentizar las iniciativas que demanden financiamiento (que son casi todas) y el entorno social, con su alto contenido de violencia, también contribuirá a agravar la situación.
Pero será mucho más difícil para todos nosotros si no generamos una solidaridad, dentro y fuera del gremio, que nos dé fortaleza como corporación, para actuar como tal. Somos más de 17 mil periodistas registrados en todo el país; los comunicadores sociales, en conjunto, somos muchos más, cerca de 120 mil, en las 17 escuelas de comunicación social, según datos oficiales, hay 46 mil estudiando y cada año egresan más o menos 2 mil. Crecemos, eso es un hecho, pero también un reto para nosotros, que somos los profesionales dentro del área con la identidad profesional mejor definida.
Sabemos que el trabajo se nos está “proletarizando”, en parte por el incremento no planificado de la oferta profesional, en parte por falta de nuestra efectiva supervisión y en parte por la falta de equilibrio entre la productividad del medio, su compromiso de calidad con las audiencias y su responsabilidad para con el gremio; que en el contexto de la polarización política somos atacados por militantes afectos al proceso o por instituciones inscritas en las lógicas de esta parcialidad política, y nuestra capacidad de defensa está sujeta a la voluntad política de aquellas instituciones en el país que aun mantienen su independencia -si es que hay alguna- o aquellas que, fuera del país, se decidan a operar por oficio y no supeditadas a la acción del los estados nacionales de los cuales dependen.
Sabemos además que poseemos el respaldo de la comunidad a la cual servimos: la colectividad de los ciudadanos de la República; que los derechos que defendemos, el de la libertad de expresión y el del acceso a la información, son derechos que permiten el ejercicio de muchos otros, por eso su defensa es crucial., pero es necesario que nos pongamos de acuerdo en el modo en que vamos a defenderlos, como gremio; en lo que entendemos por los mismos, en las vinculaciones entre libertad de prensa y libertad de empresa y en el papel del estado como administrador de la República, en la garantía de estos derechos.
Todas estas cosas configuran nuestro escenario gremial, y deben ser debatidas en este nuevo período de elecciones que se constituye para nuestro beneplácito, en nuestro ejercicio de reafirmación democrática.
Desde el 24 de mayo tendremos la oportunidad de discutir nuestra situación, y de debatir un cuerpo de propuestas que las planchas y sus candidatos presentarán a las diferentes instancias del gremio. Y el 10 de junio tendremos la oportunidad de votar y elegir por quienes consideremos más aptos para el ejercicio de la representación gremial para el período 2010-2012. Y cuando digo todos, incluyo a quienes se autoexcluyeron de las elecciones argumentando desconocerlas declarándolas ilegítimas, al igual que la a corporación.
El peor daño que se le puede infligir al gremio es incluirlo en la polarización. ¿Qué puede hacerse, desde uno u otro bando, por los periodistas que son empleados públicos, que tienen 10, 15 ó 20 años como funcionarios de carrera, que trabajan por la formación del patrimonio familiar? ¿Los declaramos chavistas y los convertimos en el enemigo? ¿Los declaramos escuálidos y los archivamos en vida, lejos de la vista de los jerarcas revolucionarios? ¿Los dejamos a su suerte? ¿Qué podemos hacer, como gremio, por los colegas que trabajan para los medios privados en el interior, que no pueden ganar más de un salario mínimo porque el medio no puede producirlo? ¿O por los colegas que les toca autocensurarse, porque las presiones incluyen amenazas contra la integridad física y no hay cómo garantizársela?
Por supuesto, hay cosas que los periodistas podemos y otras que no, pero es seguro que los problemas que nos conciernen, como gremio, nos involucran a todos, y que las soluciones que consigamos a nuestros problemas, también a todos nos involucran. Si eso es así, y las elecciones representan la búsqueda de soluciones, todos deberíamos participar en las discusiones de la campaña, y todos tendríamos que ir a votar, sin miedo, así sea en blanco.
La Comisión Electoral Nacional ya inscribió formalmente la candidatura de 2 planchas para el CNP Nacional: la 1 y la 10. En las seccionales ya se hizo lo propio. De la nuestra –en la que este servidor participa- ya hablaremos, en una próxima entrada. Nos toca, con nuestra actitud participativa, democrática, solidaria y respetuosa, dar ejemplo de institucionalidad al país, de que sí se pueden integrar a las partes en función de un interés común.
Gremio y grey tienen el mismo origen etimológico: "reunir en el seno de". El acto de elegir representantes debe ser un momento para reunirnos y acordarnos, como adversarios, no como enemigos. En la página de la seccional Caracas esta una lista preliminar de las planchas para la nacional y para la seccional. Pronto estará completo el mapa del 10JN. Que haya éxito
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