Fuera de la universidad y del movimiento estudiantil ¿qué camino seguir? Está la instancia gremial y sindical, está la participación política dentro de organizaciones, está la acción social a través de ONG’s, está el voluntariado, está la condición individual de ciudadano o está la conducción de empresas socialmente responsables. Dentro de la universidad y de cara al país, está el trabajo comunitario, el voluntariado enfocado en la elaboración de redes sociales, la participación Política (con P mayúscula) en la construcción de gobernabilidad democrática. Los estudiantes pueden hacer mucho, desde la bandera de la defensa de los derechos civiles y políticos, por llevar conocimiento a las comunidades, ayudarlas a organizarse en consejos comunales, promover iniciativas abandonadas por las misiones y el esquema clientelar de la revolución tales como la justicia de paz, las juntas de consumidores, la contraloría social, la planificación social participativa, el empoderamiento de comunidades, la protección social del niño y el adolescente, la planificación familiar, la comunicación para el desarrollo local. El movimiento puede llevar un mensaje de inclusión a todos aquellos que están en uno y otro bando, para buscar unos acuerdos mínimos de convivencia que desmonten el panorama de conflicto. Nosotros podemos ayudar a nuestros estudiantes respondiendo a sus preguntas, enfocando su motivación en el desarrollo de procesos de aprendizaje acelerado, significativo y cooperativo, fomentando el espíritu crítico y la capacidad analítica, haciéndoles ganar una experiencia que ellos puedan llevar y reproducir en las comunidades, enseñando a aprender. Nada diferente a lo que hacemos en el aula, pero más rápido y de forma más intensa.
Marchar está bien, protestar todas las veces que sea necesario, convocar la atención del mundo y expresar las ideas de modo claro, sencillo, para que no se quede nadie sin entender. Pero también construir espacios para el ejercicio de la libertad, para su defensa y reivindicación permanente, aprender haciendo y compartir el aprendizaje, ese es el modo para que haya una transformación real, un cambio en el proyecto de país.
La segunda fase ya comienza, es larga, pero después vendrá la tercera. Ojalá estemos allí para escribirla.
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