QUERIDOS COLEGAS: cumplimos. El jueves 10 de junio tuvimos una nueva jornada electoral, donde afianzamos la vocación democrática de nuestro gremio de constructores de sentido común. A todos aquellos que votaron con nosotros, nuestra palabra de agradecimiento por habernos manifestado su confianza y apoyo, pero principalmente, por haber deliberado y considerado como posible, la existencia de una segunda opinión del modo en que deben hacerse las cosas en nuestra comunidad.
Esa segunda opinión va a prevalecer, la sostendremos dentro del gremio como grupo de expresión. Estaremos codo a codo velando por los intereses que nos reunieron, proseguiremos con la divulgación de estas ideas que ya son colectivas y velaremos porque la gestión que se inaugura, desempeñe sus tareas en espíritu de solidaridad gremial, con pleno cumplimiento de sus responsabilidades y con total transparencia como nos corresponde, como lo merecemos.
Concurrimos a estas elecciones con una aspiración de cambio que no se limitaba únicamente al control de la instancia de representación: eso es un medio, no un fin, y no obtener el triunfo pleno lo único que significa es que ensayaremos otras posibilidades de acción política democrática dentro de la corporación. Velaremos porque los intereses gremiales prevalezcan por encima de otras agendas y desarrollaremos actividades que ayuden a que las ideas que defendimos en la campaña –la defensa del derecho al trabajo, la solidarización del gremio, la vigilancia por la calidad de la producción de comunicación social y la cooperación con los otros gremios de la comunicación- crezcan y fructifiquen, para contribuir a renovar la conciencia de nuestro gremio y la eficacia del cumplimiento de nuestra responsabilidad con la ciudadanía democrática de nuestra República.
Somos un gremio que celebra la vida, de gente que aspira la trascendencia, como ya dijimos, un gremio de constructores de sentido común; aun nos toca construir el nuestro
Nos preocupa, no obstante, pese a la participación destacada por la comisión electoral, que aun es poca, lo cual apunta a que no parece haber plena conciencia dentro del gremio de los peligros que este corre en el marco de la polarización. Ya es sabido que no apoyamos la constituyente gremial por el riesgo que ha representado, desde siempre, de que se imponga como pensamiento único por vía de la manipulación del quórum de elección, pero no negamos que el gremio requiere cambios importantes. ¿Es la convención nacional el escenario para esa discusión? No lo sé y a falta de respuesta, me atrevo a compartir esta pregunta.
Vivimos un tiempo bizarro: no habían transcurrido 24 horas de la elección y un periodista carabobeño –Francisco “Pancho” Pérez- recibió un auto de detención que le prohíbe ejercer su oficio, lo cual constituye un gravísimo precedente para todos los gremios profesionales del país, sólo superado en gravedad por la declaración de la locura de Franklin Brito por parte de la Fiscalía: el punto de partida del Gulag venezolano; luego, uno de nuestros humoristas y cultores populares más importantes, Manuel Graterol Santander –Graterolacho- dejó de vivir con nosotros para habitar la memoria; y después Globovisión se quedó sin junta directiva articulada y a merced de una intervención estatal con los autos de detención de Zuloaga y Mezerhane. Mucho, es que ni a Jack Bauer le pasa tanto así.
Somos un gremio que celebra la vida, de gente que aspira la trascendencia, como ya dijimos, un gremio de constructores de sentido común; aun nos toca construir el nuestro, en medio de los peligros que la circunstancia histórica nos impone, que pueden agravarse por las ambiciones personales, los errores de procedimiento, los conflictos de intereses, la ceguera y la autocomplacencia, cosas que tenemos que evitar si queremos mantener el gremio unido, para salir airosos de esta prueba. En ello, y en mucho más, podrán contar con nosotros, porque la tarea apenas comienza.
SOMOS UN SOLO GREMIO
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