domingo, 15 de febrero de 2009

Al inicio de otro largo día


Estamos aquí porque hemos escogido la esperanza por encima del miedo

Barack Obama*


PUEDE SER QUE me equivoque y en el referéndum de este domingo 15 de febrero que recién inicia en esta madrugada, no gane el no y se le de luz verde a la reelección continua del presidente y sus huestes, abriendo el espacio para una nueva nomenklatura que consolide la hegemonía. Puede ser que me equivoque y gane el no, por poco margen y se desaten los demonios porque el chavismo no lo reconozca, generando una violencia que comenzaría allí, y no sabemos cuando y donde pararía. Puede ser que igual me equivoque y gane el sí, por poco margen y ello no sea aceptado por medio pueblo opositor, que ahora mismo o en los días sucesivos, decidiría trocar en odio sus afectos, con lo cual cambiaría la correlación de fuerzas de cara a los comicios venideros: consejos municipales, juntas parroquiales y la Asamblea Nacional, lo cual contribuiría grandemente a reestablecer la institucionalidad perdida. Puede ser que definitivamente me equivoque y se imponga en nuestro tablero la partida de otro ajedrez, sin que se sepa a cabalidad quien lleva las blancas y quien las negras. Y con esto lo único que quiero es reafirmar mi deseo de que gane el no, pero a través de la conciencia de que los indicios de las encuestas no son esclarecedores, que hay precariedad metodológica, ya señalada, en el trabajo de las encuestadoras, y que la esperanza matemática no es una forma de falacia en el razonamiento numérico, sino un modo de hallar en la estadística un argumento para fortalecer la fe, lo cual es, ciertamente, un flaco servicio.


Yo digo, reafirmando mi derecho a equivocarme, que el NO gana, y por margen grande (7 a 10%), por el voto encubierto de aquellos electores racionales que el 2D se abstuvieron, resolviendo a su manera el dilema del prisionero que cada elección de los últimos 10 años presenta: con el equilibrio de Nash. Ellos ya no van a poder abstenerse porque el gobierno puede no saber qué vota la gente, pero sí sabe, con seguridad, si la gente fue a votar o no. Votarán coaccionados, y eso puede que los lleve a votar en contra.


Y habrá victoria, de ustedes, estudiantes, sea que gane el sí o gane el no. Porque llegamos a este día, gustosos, siguiéndolos a ustedes, comprendiendo que no podían dejar de acudir cuando el mandón exigió su revancha ante la derrota del 2D; porque los partidos podían darse el lujo de no ir a la contienda, pragmáticos, como son, pero ustedes no, porque la doble moral del venezolano no iba a aceptar que ustedes, que constituyen un referente moral, obraran de forma incongruente con lo que ha sido su discurso. Porque si bien, lamentablemente, la polarización no ha cedido, están los ni-ni – que sí votan, por una u otra opción, pero no por ello dejan de ser ni-ni- dispuestos a escucharlos a ustedes, dispuestos a seguir el sendero por donde ustedes vayan. ¡Menuda responsabilidad: entre 49 y 52% del electorado! ¿Soñaban con tener, alguna vez, semejante nivel de audiencia? ¿Qué van a hacer con esta gente? ¿Qué van a hacer con este país? ¿Qué vamos a hacer con este país?


Pregunta abierta, de respuestas múltiples, que interpelan a lo mejor de nosotros. Concuerdo en reflexión y en ánimo con las palabras de Gisela Kozak, cuyo artículo suscribo a plenitud, al punto de tomarme la licencia de reproducirlo, dado que por correo me llegó. Lo dice mejor que yo y por eso quiero compartirlo con ustedes, celebrando la irreductible vocación para el mañana, propia de la juventud. Con este texto los dejo “por ahora”


El dieciséis en la mañana

Gisela Kozak Rovero

“Ayer fue lunes dieciséis de febrero de 2009. Espero que los partidos políticos de la oposición sigan entrenando a sus militantes ideológicamente y convocando a pensadores de diversas corrientes a discutir, con mayor cobertura mediática, qué es la social-democracia, la democracia radical, el populismo, la democracia-cristiana, el liberalismo, el socialismo desde la perspectiva del revisionismo marxista, etc. Espero también que los estudiantes cada vez se entrenen mejor en su labor política sin abandonar sus estudios. Jóvenes de la escuela Vargas de la Universidad Central de Venezuela me preguntaban cómo podían acercarse a la gente con fe religiosa en Chávez o refutar los argumentos de sus adversarios con posturas fundadas. Mis estudiantes de Letras también tienen estas inquietudes. Hay unos(as) cuantos(as), entre los que me incluyo, dispuestos a ayudar en estas tareas.

Ayer fue lunes dieciséis de febrero de 2009. Ojalá los líderes de los partidos de oposición piensen no solo en la concertación para enfrentar al gobierno, sino también en la captación pública y masiva de militantes de todas las condiciones. La sola conducta reactiva frente a las provocaciones del régimen no va a convencer a neutrales ni a chavistas para que asuman una postura opositora frontal. Recuerdo un grafiti que mostraba muy bien la conexión religiosa entre los chavistas y su líder: ‘con hambre y sin empleo con Chávez me resteo’. Con él hasta el martirio como los primeros cristianos o los musulmanes que hacen atentados suicidas no solo por patriotismo sino en nombre de dios. El chavismo tiene elementos religiosos y el combate que tiene que librar frente a esta ventaja tramposa el liderazgo opositor tiene exigencias muy pero muy prácticas. Ahora bien, la única manera de minar la revolución no es esperar que el deterioro se siga profundizando o seguir participando en procesos electorales.

Hay que asumir como nuestras las causas de las que presume el chavismo; y hacerlo de manera pública y notoria. No se trata solo de la pobreza y la calidad de vida, demanda central que articula a todas las demás, sino también de entender que las diferencias entre los venezolanos no son solo económicas y políticas. No somos solo pobres, ricos y de clase media; o revolucionarios, neutrales y opositores. También se ganan lealtades pensando en los problemas de la mujer, la juventud, la tercera edad, las comunidades indígenas, las minorías por orientación sexual, el ambiente. Se ganan votos entendiendo las múltiples manifestaciones de lo popular, conociendo la historia y los logros civiles del país. Hay que ofrecer una nueva manera de concebirnos como nación que olvide el cuento guerrero y militarista propio del socialismo del siglo XXI, que solo hace énfasis en nuestros fracasos y no en nuestros logros de estas dos centurias de vida republicana.

Ayer fue lunes dieciséis de febrero de 2009. Haya ganado el "sí" o el "no" la vida sigue.”

*Barack Obama dijo estas palabras en su discurso de toma de posesión, y la verdad, en resonaron con la gravedad que tienen las frase que inauguran un tiempo. Ojalá pueda él hacer cumplir todas las esperanzas que en él se depositaron cuando fue elegido como el primer presidente negro de la historia política norteamericana. Ojalá sea nuestra esperanza más fuerte que nuestro miedo. Que haya suerte.

La imagen del blog de AM

http://eriksez.wordpress.com/