jueves, 16 de agosto de 2012

De baja


CUANDO LOS INTERESES pequeños minan los grandes intereses, no hay cómo avanzar hacia ninguna parte, no por lo menos, en comunidad. Este axioma tiene evidencia empírica en el gremio periodístico, hoy por hoy. La verdad no estamos mejor que cuando el CNE congeló las elecciones en todos los gremios después de la constituyente, cuando Levy Benshimol: divididos, apáticos, con hegemones en duelo, urdiendo intrigas tras el parapeto de la polarización política, humillados por el régimen, pero también por patronos que usan al gremio para buscar posiciones frente a un eventual reacomodo político en el país.  Un periodista abogado intenta una acción judicial para detener unas elecciones que corren el riesgo de ser impugnadas, porque se violan 9 artículos de normas distintas y recibe  como respuesta variadas formas de la falacia ad hominen (¿dónde estaba, que no lo planteó en la Comisión Electoral?, ¿por qué un miembro de la comisión electoral actúa contra este cuerpo?) Otros periodistas opinan públicamente que es mejor que se pospongan las elecciones hasta que se garantice la legalidad, y por respuesta reciben veladas solicitudes de que se callen, porque están violando el espíritu de cuerpo… bonito gremio que defiende la libertad de expresión.

Un grupo de periodistas intenta ponerse de acuerdo en el apoyo a una de las planchas en esta cada vez más hipotética elección, pero quienes dirigen la plancha creen que es un partido, caudillista, además. El grupo pide reuniones de estrategia que nunca se realizan, brinda documentos para un programa de gestión que luego no son considerados, los argumentos que esgrimen los jerarcas oscilan entre lo personal y lo institucional, pero es un péndulo corto que se mueve a velocidad de vértigo. Cuando el grupo comienza a divulgar por redes documentos en apoyo a la candidatura reciben como retroalimentación, cuando no el silencio, la admonición por retruque (“la información oficial de la plancha será divulgada en los medios de la plancha”). Al final, se deciden por anunciar que van a “bajar la línea” y mientras, negocian los cargos ofrecidos al grupo con otro sector… Bonito gremio que honra sus compromisos.

Y la guerra sucia en una campaña que se basa en explotar el horror a todo lo que sea chavismo o ninismo, como si fueran definiciones científicas. Un hegemon manda a atacar al adversario con el adjetivo de imparcial, ya antes mandó a decir que eran chavistas, sabe que la polarización lo beneficia, porque las malas gestiones y el descuido de la agenda social del gremio por atender solo la agenda política lo que va a producir es una fuerte abstención, que al fin y al cabo lo beneficiará a él y a su expresión, porque le permitiría ganar la elección con poco margen manteniendo el control… Bonito gremio que tiene dirigentes históricos así.

Pero el chavismo, ciertamente, no es mejor. El I Encuentro de la Plataforma de Periodistas de Venezuela, que el sector oficialista de la comunicación ha convocado para los días 23 y 24 de agosto, preparatorio para el Congreso que la Federación Latinoamericana de Periodistas realizará del 31 de agosto al 2 de septiembre, seguramente no tendrá presencia del  Colegio Nacional de Periodistas porque según reza un comunicado de la Agencia Venezolana de Noticias, del 11 de agosto, dicha plataforma “ha solicitado a la Felap convertirse en la representante oficial de Venezuela ante dicho organismo, en vista de que el CNP fue expulsado por haber participado en el golpe de Estado perpetrado contra el presidente Hugo Chávez en 2002”. Una vez más, la parcialidad política apoyada por el partido de gobierno en posición de estado, intenta dividir en forma maniquea al gremio para dar otra vuelta de tuerca a su propósito de eliminar el Colegio Nacional de Periodistas, no por la vía jurídica, sino por el colapso institucional. Dicen defender al periodista y a la libertad de expresión, pero ¿por qué Periodistas por la verdad no ha hecho nada porque este gobierno, opaco como ninguno, respete del derecho de petición que es instrumento del derecho social a la información? ¿Por qué el Movimiento por un Periodismo Necesario no ha instado a la Defensoría del Pueblo a conocer de oficio las veedurías de derechos humanos de los periodistas? ¿Por qué si el gobierno es el principal empleador en muchos estados, ninguno de estos honorables grupos ha tomado iniciativa en garantizar que haya un baremo salarial para periodistas que les permita superar el salario mínimo y darle dignidad a su condición profesional? ¿Por qué ninguna de estas nobles agrupaciones ha promovido la restitución de la solidaridad gremial? ¿Porque a este gobierno le molestan las sociedades intermedias? ¿Porque a este gobierno le conviene la paz laboral y el silencio de los periodistas? ¿El “periodismo necesario” es, acaso, el periodismo silencioso? … Bonito gremio que ha permitido que dos minorías, una apoyada por el gobierno y la otra apoyada por algunos medios, secuestren la acción gremial y le resten a la ciudadanía el derecho por el cual ejercemos.
Yo francamente les digo que no quiero pertenecer a un gremio así.

Y  aunque no ha pasado por mi cabeza dejar de ser periodista (¡eso nunca!) sí lo haré de toda aspiración a dirigir o a dar opinión política institucionalizada dentro del gremio. Por ese motivo no presentaré mis credenciales para optar a la Secretaría de Mejoramiento profesional por la plancha CNP con futuro. Por ese mismo motivo dejo de pertenecer al grupo de opinión Un Solo Gremio: porque entiendo que para hacer gremio es necesario que haya principios compartidos, proyectos en común y conciencia del beneficio de terceros, en este caso, la ciudadanía a la cual nos debemos.

Quedo, entonces, dueño de mi voz y de mi espacio, dispuesto a colaborar en lo que sea pertinente, para la construcción de un gremio de verdad. Seremos un solo gremio el día en que depongamos a los hegemones y aprendamos a deliberar sin imposiciones, a construir los consensos, a ser verdaderamente democráticos, con lo cual podremos dar a nuestras audiencias ciudadanas argumentos para la mejor toma de decisiones democráticas. Porque nadie da lo que no tiene, y para hacer repúblicas democráticas hay que ser demócratas
y un periodista debe serlo más que nadie

jueves, 2 de agosto de 2012

Un gremio bien formado (la visión)

EL 07 DE SEPTIEMBRE se realizarán, si no hay contratiempos ni dilaciones, las elecciones del Colegio Nacional de Periodistas, las terceras que se convocan después del largo receso impuesto a partir de la Constituyente, las terceras que se realizan en el contexto de las dos administraciones de Hugo Chávez Frías. Hay quienes critican que las elecciones se realicen justamente a un mes de los comicios presidenciales, hay quienes, por el contrario, ven en ello un signo auspicioso de la vocación democrática del gremio. Yo diría en aras de concluir sobre la marcha, que ambas cosas son verdades a medias, pero que puestos a elegir, elegiremos lo que hay.



Uno no puede renunciar a ser crítico, aun cuando su crítica pueda favorecer a unos y desfavorecer a otros, no: cuando uno critica no hace un favor más que a su conciencia, aspira, eso sí, al escribir su opinión, que haya quien la comparta porque media en ello la elemental sociabilidad, el instinto gregario de la especie, y el espíritu de cuerpo del gremio.



La voluntad de la mayoría –que no la voluntad general- ha sido el abanderar a un grupo de colegas para la defensa del interés primordial del gremio en su condición institucional: la libertad de expresión y el derecho a la información; el derecho al trabajo, el derecho de reunión y de libre asociación, la libertad de conciencia y el derecho al secreto profesional. Es lógico que en tiempos de tanto compromiso político la agenda sea predominantemente política. Pero si bien esa ha sido la voluntad de la mayoría, el hecho, evidente, ha sido que la agenda social del gremio, expresión del espíritu de solidaridad está hecha trizas y le ha tocado a la minoría decirlo, una y otra vez, hasta que hoy, de cara a los próximos comicios, decide coaligarse en torno a una visión, para convertirse en mayoría.



Por eso quienes integramos el grupo de expresión Un solo gremio, apoyamos –e incluso integramos- la plancha CNP con futuro, y las aspiraciones de los colegas Ángel Perozo (CNP Carabobo) a la Presidencia de la Junta Directiva Nacional; José Manuel Dopazo a la Vicepresidencia, y Luis Domingo Álvarez a la Secretaría General: porque es necesario equilibrar las agendas, restituyendo la gestión social y reivindicativa dentro del gremio, sin descuidar la gestión política que como garantes de la libertad de expresión nos reclama el país.



Lo que pasa es que más allá de la polarización, más allá del asedio a los medios nacionales, hay una realidad de cancela de hierro en el interior, donde el principal empleador es el estado conculcado por el partido, donde los niveles de autocensura de los medios son mucho mayores que en la capital y donde hacer defensa de la libertad de expresión pasa por garantizar el derecho al trabajo, por encontrar condiciones mínimas de acuerdo entre patronos y trabajadores para poder darle sostén a unos profesionales que en algunos casos ganan cerca del salario mínimo, en condiciones de trabajo francamente proletarizadas.



Por eso nuestro apoyo a Perozo: porque en dos períodos ha logrado equilibrar las agendas en Carabobo. Creemos que hay que exportar la experiencia para todo el país.



Este servidor que les escribe está candidateado en la plancha CNPcon futuro a la Secretaría de Mejoramiento Profesional. Para este cargo creo estar capacitado, por cuanto tengo ya cinco años como coordinador académico de los postgrados en Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello. Ya antes fui suplente a ese mismo cargo pero en la Seccional Caracas, y ya como delegado electo a la Convención Nacional de 2008, participé en las discusiones sobre esta materia en la mesa de trabajo correspondiente. En 2009 colaboré con la profesora Elsy Manzanares en la elaboración de una propuesta para el relanzamiento del Instituto de Mejoramiento Profesional del Periodista que no sé en cuál gaveta de cuál escritorio de la sede de la Av. Andrés Bello se encuentra, me imagino que junto a los convenios de cooperación con la Universidad Central de Venezuela y la Universidad Católica Andrés Bello, e igualmente junto al acta de la Convención Nacional de 2010, cuyos mandatos no fueron ejecutados.



Sobre mejoramiento profesional es mucho lo que debe y puede hacerse. Hay mandatos que no encontraron voluntad política, hay discusiones que aun reconociendo la gravedad de las materias no acordaron propuestas, hay decisiones postergadas para un mejor momento político, porque así fue dispuesto por los encargados por el gremio para tomar esas decisiones. Y una cosa puede afirmarse: de cara a la convergencia digital, al surgimiento de la Sociedad del Conocimiento, y ante la necesidad de que haya más democracia en una sociedad como la nuestra que la reclama cada día más para el cumplimiento de su proyecto de país, nosotros como gremio vamos a tener que reinventarnos si queremos tener algún futuro en el contexto de los cambios. Una ventana de oportunidad está en el mejoramiento profesional, pero ésta área forma parte de la agenda social del gremio, que como señalé antes, es necesario restablecer.



Sólo para adelantar mencionaré algunos asuntos a los cuales habrá que atender, para tener políticas gremiales basadas en mejoramiento profesional:


#La cuestión de las licenciaturas de cuatro años (caso UBV) ¿Es necesaria una nivelación? ¿Es necesario un baremo para ello? ¿Cómo se construye un baremo profesional? ¿Por competencias?



#La cuestión de los TSU: ¿Qué puede hacer el gremio junto a las universidades para encontrar alternativas de titulación?



#La cuestión de los postgrados. ¿Puede un postgrado en periodismo ser vinculante para la colegiación? ¿No requeriría una reforma de la Ley del Ejercicio del Periodismo?



#La cuestión de la defensa de los derechos de los periodistas. Es necesario capacitar a los periodistas, sobre todo a los de los estados más remotos del país, urgentemente en esta materia. ¿Cómo hacerlo?



#La cuestión de la convergencia digital en medios. Además de la alfabetización digital, ¿qué otras políticas puede establecer el gremio en materia?



#La cuestión del periodismo ciudadano. ¿Qué debe formar el gremio? ¿Periodistas que gestionen comunidades de infociudadanos? ¿Ciudadanos que comprendan las responsabilidades ciudadanas de la información y la libertad de expresión? ¿Cómo se producen los equilibrios en este marco de transformaciones?



#La cuestión gremial del periodismo y la comunicación social. ¿Para garantizar la democratización de las comunicaciones en Venezuela, basta un solo gremio institucional? ¿Está ajustado el CNP a los perfiles profesionales contemporáneos de la comunicación social?


Me sentiría honrado si asumen el propósito de comentar sobre las cuestiones ya señaladas: este espacio está abierto para la discusión sobre la campaña y sobre las propuestas que hace –y que es oportuno hacerle- a CNP con futuro, no sólo en el área específica de mejoramiento profesional, sino en la perspectiva de la visión que se plantea. Cualquier comentario es bienvenido siempre que no sea ofensivo; como me dijo alguna vez Sofía Imber, con quien me formé en el periodismo cultural: primus non noscere (primero no hacer daño) citando esta conseja principal del gremio médico y con la cual me quiso decir lo que ya sabemos: que damos la vida y la muerte moral, que puede ser tanto más definitiva que la vida o que la muerte misma.