martes, 4 de diciembre de 2007

Non nobis

TENGO UNA IMAGEN que me ha venido siguiendo desde la víspera: Enrique V, católico rey de Inglaterra en guerra contra Francia, dando gracias por una victoria con un himno religioso (a la moda de entonces, o por lo menos en la cronicada versión de Wiliam Shakespeare cinematografiado por Kenneth Branagh), enseña de los templarios de entonces: Non nobis, Domine, non nobis, sed Nomini tuo da gloriam (no a nosotros, señor … sino a tu nombre, sea tu gloria). Algo de eso hay en mi ánimo en esta, la hora del festejo (y perdónenme, por favor, el latinajo).

Claro que ganamos, claro que merecimos el triunfo, y cambiar el mote de escuálidos por el de pírricos a los que detentan el nombre de la parcialidad ganadora por escaso margen en una justa que no tenía cuorum, no recompondrá para el chavismo el escenario de la derrota que muestra, más allá de la coyuntura, la crisis que se les avecina, que es crisis de parto, porque de ella nacerá un nuevo mapa político para este proyecto nacional.

Ganó el país, porque hubo una solución política y porque a esta hora no estamos entrándonos a plomo, cosa que era casi un hecho en la temprana madrugada del lunes. Ganaron los estudiantes el respeto de las parcialidades políticas, y no creo equivocarme cuando afirmo que la abstención chavista tiene mucho que ver con la postura del movimiento, de no tomar parcialidad salvo en la oposición a la reforma, de ser críticos de uno y otro bando y de representar, desde su condición de referente ético, la posibilidad de abrir una tercera opción en el mapa político nacional, entre el chavismo y la oposición. Si pensamos que hace un año el Presidente fue reelegido con 7 millones a de votos y ahora su propuesta pierde por la ausencia de 3 millones, estos que no fueron a votar revelan, con el castigo silente, una ruptura que va más allá de lo emocional, que viene gestándose desde el cierre de RCTV y el surgimiento –y satanización por parte del Presidente- del movimiento estudiantil: una ruptura que indica algunas cosas sobre las cuales es importante ir pensando, de cara a la agenda completa, la inmediata y la de mediano plazo:
1) El rechazo de la reforma, bien porque hubieran votado no los chavistas, o porque se abstuvieron, revela que hay un sector que está participando en el proceso, que cree en un socialismo democrático, que no acepta imposiciones ni verticalidad, que no va a salir a la calle a matarse con el “enemigo” porque así lo quiera el líder, que respeta el movimiento estudiantil y que son su asociado más inmediato: gente de consejos comunales, de cooperativas, público de misiones, que pueden ser interlocutores en la construcción de una nueva opción política dentro del proyecto nacional. También podrían ser clientes de partidos como Podemos, o Un Nuevo Tiempo, o del mismo PSUV, si es que logra sobrevivir a esta debacle roja rojita; pero lo más probable es que sea hacia los estudiantes donde se tiendan los puentes, y allí es donde está la pregunta para el movimiento: ¿cómo actuar?
2) ¿Es posible plantearse un esquema de gobernabilidad entre chavismo, oposición y tercería? Quizás sí tenga sentido, sobre todo con un diseño de estado diferente al actual. Se supone que una Asamblea Constituyente es el espacio natural para que este tipo de transformaciones se produzcan. Sin embargo, este tema debe meditarse a cabalidad: de manera transversal, con otros sectores del país, para no confundir los medios con los fines. Porque, sí, es cierto que una Constituyente implica el barajo completo, pero no se hace una constituyente para sacar a un tirano del poder, sino para fundar o refundar una República. Se corre el riesgo de que el pragmatismo vuelva inorgánica la constitución y la esterilice como pacto social y parece muy temprano para que la tercería la convoque, aun faltan cosas por ver, aunque señalo que en lo personal, siempre la he considerado como el recurso idóneo para construir un nosotros público sobre el cual poder edificar nuestro país, y sí creo que se justifica, dado el sesgo centralista y presidencialista que tiene la actual Constitución, entre otros aspectos criticables.
3) ¿Qué hay en la agenda? Hay una habilitación que el Legislativo dio al Presidente para aprobar leyes por decreto y que ya tempranamente se denuncia como marco para que se cuelen cosas de la derrotada reforma al ordenamiento jurídico nacional y la cual hay que detener. Hay la necesidad de renovar la asamblea nacional, para lo cual habría que recurrir al adelanto de las elecciones. Hay unas elecciones de gobernadores y consejos legislativos que pueden cambiar el mapa político, y el año siguiente (2009) hay elecciones de alcaldes y concejales. Hay la oportunidad de un referéndum revocatorio presidencial, dentro de dos años. Hay elecciones presidenciales en el 2013. La pregunta es cómo se va a acometer cada proceso. Es necesario un plan, porque desde esta fecha y hasta entonces son seis años y en ese tiempo pasan dos generaciones del movimiento. También los estudiantes tienen que pensar en el relevo, sino, piensen en el paso que va de Stalin González a Ricardo Sánchez, por citar sólo un ejemplo.
Sí, de acuerdo, ganamos. Pero no nosotros. Ganó el futuro, porque fuimos capaces de dar nuestro mejor esfuerzo dentro del cauce democrático. Porque el movimiento insufló espíritu y coraje en la ciudadanía, y ésta apareció para que la viéramos fugazmente, para recordarnos nuestro sueño de llegar a ser, como nación.
Non nobis, me resuena tanto como las palabras finales de la intervención del profesor Elias Pino, en la asamblea de profesores que la UCAB sostuvo el pasado miércoles, después de las visitas de los motorizados, el martes, hace una semana: “esta historia no está terminando, todo lo contrario. La historia comienza el lunes, y ojalá que comience con bien pié. ¡Que viva la democracia!”

Así parece que comienza. ¡Bravo muchachos!
La foto ilustra buena parte del trabajo que nos toca. Es de las acciones de los estudiantes de la USB, la encontré en http://www.flickr.com/photos/prensa_usb/2074387217/

domingo, 2 de diciembre de 2007

Víspera

LLEGAMOS, FINALMENTE AL DÍA. Comenzará temprano, pero muchos –como yo- estaremos en vigilia, toda esta noche, porque la jornada de mañana tiene una trascendencia histórica que no será sino en el futuro, cuando la veamos en toda su magnitud.
Teodoro sostiene la tesis de que con la estructura de votación que se obtenga, aun en caso de ganar el sí, ya habrá perdido (victoria pírrica) porque es tal el nivel de oposición que los problemas de gobernabilidad están asegurados. Pero un camino similar se abre, incluso, de ganar el no, como lo esperan los partidarios de esta opción. Las encuestas ni descartan ni consideran un eventual voto oculto que se manifieste como resultado de una oposición silente, por parte del chavismo, a la reforma. Tampoco consideran la eventualidad de un fraude que luce como posibilidad más remota, ahora, que en el pasado. Pero tampoco hubo cómo reflejar un clima de opinión más o menos galvanizado en torno a no reconocer una eventual victoria del sí, que el Presidente denunció temprano y al cual le ha salido al paso Petkoff, no de manera irresponsable, sino por el contrario, asumiendo la lógica de los acontecimientos. ¿El tercer no de Goicoechea? Quizás, pero antes del tercero va el segundo y cualquier previsión al respecto, obviamente no puede ser del dominio público.
Hay que considerar esto, así no sea de nuestro agrado, porque la opción de rebelarse, a diferencia del pasado, goza ahora de una legitimidad que no tuvo antes, pues no se trata de los arrestos de una “oposición golpista” sino de una postura ética asumida por buena parte de la población. Resulta claro que una posición de este tenor nunca sería asumida como válida por el gobierno, pero eso no le quita valor ante los ojos del mundo. Tres relatores de derechos humanos de la ONU han expresado su alarma ante la reforma, el mismo Castro ha denunciado que una guerra civil en Venezuela atenta contra el equilibrio económico dentro de la globalización.
El pasado miércoles, durante una asamblea de profesores en la UCAB, el profesor Elías Pino Iturrieta dijo, refiriéndose al asalto de los motorizados chavistas a la universidad, que ello era “una avanzada del fascismo”, que era una de las muchas que vendrán, “pero esta historia no está terminando, por el contrario, esta historia apenas comienza el lunes, y ojalá que comience con buen pie”. Y para el lunes tiene que pasar este domingo de plebiscito, que cierra un ciclo de cincuenta años y que parece abrir el futuro, con toda su carga de expectativas y de compromisos.
Esta noche velamos por un nuevo día. Tenemos la esperanza de un nuevo comienzo. No descartamos que este y los días que siguen serán difíciles, pero confiamos en que son la siembra de un tiempo nuevo, de encuentro, que cierre las fisuras abiertas por el verbo incendiario. Apelamos a la conciencia de todos y cada uno de los venezolanos, que sepan ver más allá de los botones de la máquina de votación, más allá del beneficio inmediato, en los ojos del otro, el que está en la acera de enfrente.